lunes, 18 de febrero de 2008

Lluvia

Sí, lluvia al fin. Yo, como las plantas, esos denostados seres vivos, de color mayoritariamente verde (existe no obstante una amplia gama de colores que, no por ello, implica que dejen de ser fácilmente reconocibles como tales, esto es, plantas)... Me he desviado del tema.

Bueno, decía esencialmente que, como las plantas, me siento bien con la lluvia. Quizás sea mi espíritu pacífico, calmo y contemplativo, o quizás esa vena flemática y british a la que suele referirse nuestra querida Laurilla.

Por los dioses, cómo disfruto de un buen cielo gris. Y cuanto más plomizo, mejor.

3 comentarios:

Kineas dijo...

¿Qué dioses? ¿Está el ignominioso entre ellos?

Es curioso que te guste la lluvia cuando te impide coger la moto, dicho sea de paso.

La nuit dijo...

Hum... pues hoy te habrás quedado a gusto.

Tengo que darte la razón en que es una delicia, sobre todo si estás en casa y no recién salida de la piscina camino del coche (con la tontería hoy me he duchado tres veces)

Nada, que siga lloviendo unos cuantos días más y vivan los chubasqueros, las botas de agua y saltar de charco en charco!!!

InsertCoin dijo...

¡Los dias de lluvia y tormenta son insuperables!

Es una sensación única el sonido de las gotas de lluvia chocando contra la ventana, el olor a humedad que flota en el ambiente, el tono grisáceo que suaviza el dia...

Bueno, personalmente a mi también me encantan los días de lluvia, más incluso que los de sol. Claro que si tuviéramos más dias de sol que de lluvia quizás no pensara asi, pero bueno, me gusta pensar que si xD.

Y lo bueno que es para el campo, oiga.